Este es un sistema de telefonía que no
requiere de un enlace fijo, por ejemplo vía cable telefónico, para la
transmisión y recepción. Utiliza la radiotransmisión mediante ondas hercianas,
como la radio convencional, por lo que el terminal emitirá y recibirá las
señales con una antena hacia y desde el repetidor más próximo (antenas
repetidoras de telefonía móvil) o vía satélite. Las primeras emisiones de
telefonía móvil se remontan al uso de radiotransmisores instalados en
vehículos, de uso militar o institucional; como referencia se cita la primera
utilización por parte de la policía de Detroit en 1921. Los radioteléfonos
propiamente dichos se introdujeron en 1946 en Estados Unidos; al siguiente año,
la Bell Telephone desarrolló la tecnología celular, base de los modernos
sistemas de telefonía móvil propiamente dicha. Con todo, no se vieron
desarrollos civiles hasta 1956, cuando se instaló en Suecia un terminal para
automóviles, de 40 kg, que se alimentaba de la batería del vehículo.
FUNCIONAMIENTO:
La telefonía móvil celular se basa en
un sistema de áreas de transmisión, células, que abarcan áreas comprendidas
entre 1,5 y 5 km, dentro de las cuales existen una o varias estaciones
repetidoras, que trabajan con una determinada frecuencia, que debe ser diferente
de las células circundantes. El teléfono móvil envía la señal, que es recibida
por la estación y remitida a través de la red al destinatario; conforme se
desplaza el usuario, también se conmuta la célula receptora, variando la
frecuencia de la onda herciana que da soporte a la transmisión. Según los
sistemas, la señal enviará datos secuencialmente o por paquetes, bien como
tales o comprimidos y encriptados.
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